A todos los usuarios de internet lo que nos interesa es que las webs que visitamos sean fáciles de utilizar y la navegación sea cómoda. De hecho, las páginas que no cumplen estos requisitos acaban siendo abandonadas. Para que esto no ocurra están los diseñadores web, cuyo trabajo consiste en:
-Que el usuario se lleve la mejor impresión al abrir la página.
-Que el diseño de la misma proyecte profesionalidad, es decir, que haya orden y simetría en los distintos elementos que la componen; que haya un uso adecuado de los colores, contrastes y dimensiones; que las imágenes sean de calidad, expresivas, atractivas; cuidado en el diseño tipográfico,…
-Que la imagen corporativa sea la apropiada.
-Contribuir a los objetivos de la usabilidad del diseño web: evitar el sobrediseño, procurar una navegación intuitiva y clara, crear una estructura visual que priorice los contenidos más importantes,…
-Posicionar una identidad propia en la mente de los visitantes, de tal forma que los motive a regresar.
Para ello siguen unos criterios:
-Navegabilidad: es la facilidad con la que un usuario puede moverse por la web. Es decir, que el cliente sepa en todo momento donde está, donde ha estado y a donde puede ir.
-Usabilidad: es la facilidad con la que el usuario utiliza una aplicación de la web.
-Interactividad: Es el potencial de diálogo entre un usuario y la web.
-Interacción de medios: consiste en la conexión entre el audio, el vídeo, los enlaces, el texto y las imágenes.
-Arquitectura de la información: Se refiere a la información de la web que debe ser fácil de ver.