Philip Kotler, Reconocido como el “padre” del marketing moderno, señala que los errores capitales de un plan de mercadeo se cometen cuando no se conoce bien al público al que se está dirigido.
Este experto, reconocido como el “padre” del marketing moderno, señala que los errores capitales de un plan de mercadeo se cometen cuando no se conoce bien al público al que se está dirigido.
Philip Kotler es reconocido en el mundo entero como el padre del marketing moderno, incluso la organización Management Centre Europe lo nombró el «el primer experto del mundo en la práctica estratégica de la comercialización».
Kotler es autor de más de 20 obras, mismas que han sido consideradas auténticos manuales de marketing y se han traducido en más de 20 idiomas.
En los últimos 40 años, Kotler ha forjado la marketing como la conocemos hoy en día por sus diferentes propuestas, pero una de sus obras más importantes es “Ten Deadly Marketing: Signs and Solutions”, que junto con el libro «Los 10 principios del Nuevo Marketing» señalan lo que se debe y lo que no se debe hacer en el marketing.
Con base en sus principios, te presentamos los 10 pecados capitales del marketing:
La compañía no está suficientemente orientada al mercado y dirigida a los consumidores: algunas empresas sólo definen su mercado como “mujeres de 20 a 40 años”, cuando el marketing moderno requiere de estudios más profundos. Es fundamental realizar estudios de mercado cada año y mantenerse informado sobre cómo se segmentan los consumidores.
Tu empresa no entiende del todo a sus clientes potenciales: según el experto, estas empresas realizaron su último estudio de mercado hace años, por lo tanto no conocen a sus compradores. Esto genera muchas quejas de sus consumidores, devoluciones y que la competencia venda mejor.
La empresa necesita definir mejor la competencia y controlarla: siempre se debe estar al tanto de lo que pasa en la industria propia, conocer a los competidores, lejanos y cercanos, y estar atentos a lo que hacen.
El negocio no ha gestionado adecuadamente su relación con las partes interesadas: esto se refiere a una mala comunicación entre empleados, proveedores, distribuidores e inversores. Un cambio mal llevado, en cualquiera de las partes, se reflejará en la actitud de los demás.
A la empresa no se le da bien encontrar nuevas oportunidades: esto sucede cuando la compañía no introduce nuevos productos al mercado en varios años o cuando los productos que se lanzaron no fueron exitosos. Se debe buscar la manera de cambiar el pensamiento del negocio para generar ideas innovadoras.
Las políticas de productos y servicios de la empresa necesitan un ajuste: los planes de marketing están repletos de promociones, presupuestos, cifras, etcétera, pero carecen de un objetivo real y de un plan estratégico para conseguirlo.
La construcción de marca y las comunicaciones del negocio son deficientes: esto quiere decir que la política de producción de la mercancía no se ajusta a la realidad, porque la compañía ofrece demasiados servicios gratuitos que el cliente no valora y porque otros de los servicios tienen un costo exagerado.
La construcción de marca y las comunicaciones de la empresa son deficientes: a pesar de todo el presupuesto invertido en publicidad, aún hay muchos de clientes potenciales que no conocen la marca. Un error fatal es asignarle cada año el mismo presupuesto al departamento de marketing.
La empresa no está bien organizada para llevar a cabo un marketing eficaz: esto pasa cuando el departamento de marketing no conoce las funciones que le son propias, como investigaciones de mercado, publicidad, promoción y administración de ventas, así como las tendencias de consumo.
La empresa no ha sacado el máximo partido a la tecnología: esto se da porque no se usa internet y las nuevas plataformas que no ofrece, como redes sociales, o porque el sistema de ventas es anticuado y ya no responde a las necesidades del consumidor moderno.
Fuente: Altonivel